De la serie: Eso que llaman amor…
Murales-esténcil de mujeres realizando tareas domésticas junto con la frase de la escritora y activista feminista Silvia Federici “Eso que llaman amor es trabajo no pago”, cuestionan la naturalización de las tareas de cuidados al interior del hogar, buscando incomodar e interrogar acerca de qué significan esos cuidados y cómo se perciben.
Ailén Possamay visibiliza en la vía pública esta situación del espacio privado para que estas tareas sean reconocidas como trabajo. Activa por un lado, el debate en torno a la violencia económica y las políticas de cuidado, y por el otro, sobre la relación entre espacio privado y espacio público, tensionando y entrecruzando los límites entre ambos.
Para la artista, el espacio público es un campo representacional que funciona como campo de batalla, un espacio de disputa de sentido, que puede ser apropiado por las mujeres históricamente relegadas a la privacidad del hogar.